Salud Mental y desigualdad social: materiales para una discusión

Sois el producto de una época. No. Echarle la culpa a la época es demasiado fácil. Sois productos. Y punto. Ya que a la globalización no le interesaban las personas, teníais que convertiros en productos para que la sociedad se interesase por vosotros. El capitalismo convierte a las personas en yogures con fecha de caducidad, drogadas a base de espectáculo.
-13,99 Euros. Frédéric Beidberger.

 

Resumen

Se propone una revisión crítica del concepto de Salud Mental dado por la OMS, situando sus alcances referidos a las políticas públicas, el poder y la clínica. El psicoanálisis aporta elementos para realizar una discusión que articula subjetividad y época, cuya clínica, pone en tensión los conceptos de bienestar e igualdad, en favor, de una ética de la diferencia, que se fundamenta en lo singular de cada sujeto. Se contextualiza lo contemporáneo proponiendo un análisis del hiper-capitalismo y sus efectos en las relaciones sociales, en la dimensión subjetiva y en la práctica clínica.

El consumo en sus diversas manifestaciones, el empuje al bienestar, se traducen paradójicamente en nuevas formas de malestar, pesquisables en los nuevos sufrimientos como las adicciones, las compras compulsivas las últimas
tecnologías como promesa de felicidad.

 

Sobre las condiciones de enunciación

El presente texto nace en el contexto de la movilización estudiantil, iniciada en el primer semestre 2011, cuando el Magister de Psicología Clínica, estando en asamblea, decide ir a Paro para organizar actividades relacionadas con la contingencia nacional.

Una de las actividades que surgieron, entre otras, fue la mesa de trabajo; Salud Mental y desigualdad social, cuyo resultado fueron varios escritos y un foro debate. Las demandas en las movilizaciones estudiantiles se fundamentan en un problema estructural, que se manifiesta en el lucro y la calidad de la educación. La precarización de la función del Estado como garante de los derechos de los ciudadanos y ciudadnas, es evidente ante el empuje del mercado. Estas condiciones de época, nos hicieron pregunta, en tanto, el territorio educativo es quien con mayor fuerza ha y sigue denunciando el desastre de la supuesta autoregulación del capital.

En ese sentido la fuerza admirable que ha tenido este movimiento, no implica necesariamente que en otros campos no existan efectos igualmente desastrosos. La salud mental como campo en que se juega el cruce de la subjetividad y la época, se contextualiza para este trabajo, a partir de la lógica del capitalismo tardío es lo que interroga y causa el presente texto.

En este punto quisiera seguir el consejo de Freud, sobre la literatura y los escritores como aquellos que nos enseñan en sus creaciones a lo que la ciencia no llega. Propongo un varios fragmentos de la novela de Frédéric Beidberger, como un testimonio ficcional de la articulación entre subjetividad y época. Para el psicoanálisis la relación entre verdad y ficción se encuentran firmemente entrelazadas, y nos permite dar cuenta del drama subjetivo.

Se trata de Octave, un publicista, que está en lo más alto del mundo de la publicidad francesa, sueldo millonario, acceso a todos los bienes de consumo, para él nada es imposible, salvo que es profundamente cínico, y que lleva una vida que no desea. Al comienzo de la novela nos advierte que escribe para ser despedido del trabajo en que es tan exitoso, y así recibir una indemnización.