El ataque de pánico se ha convertido en un fenómeno cada vez más común en nuestra sociedad, afectando a una de cada treinta personas y generando preocupación en el ámbito de la salud mental.
«La vivencia más cercana a sentir que uno va a morir»
Así describen los pacientes sus experiencias de pánico, con síntomas físicos y emocionales que los dejan desorientados y temerosos.
Los ataques de pánico no siempre están relacionados con una amenaza real, y su irrupción inesperada puede alterar gravemente la calidad de vida de quienes los sufren. A menudo, las personas buscan explicaciones físicas para su malestar, sin considerar la dimensión subjetiva de su angustia.
El psicoanálisis ofrece una alternativa al tratamiento exclusivamente farmacológico, permitiendo a los pacientes explorar las causas profundas de su ansiedad y encontrar alivio a través de la palabra y la introspección. En un mundo lleno de presiones, esta terapia ayuda a devolver la voz al sujeto, enfrentando la angustia desde su raíz.
El psicoanálisis no solo aborda el síntoma, sino que busca comprender y transformar la raíz del malestar que lleva al pánico. A través de un proceso de escucha y análisis profundo, permite al paciente reconstruir su historia personal y encontrar nuevas formas de relacionarse con su angustia. Este enfoque ofrece un camino hacia la desangustia, donde el sujeto recupera el control sobre su vida, no mediante la represión de los síntomas, sino a través del entendimiento y la elaboración de su propia verdad interna.